En muchos países del mundo, los Conejos se han convertido en una agradable elección a la hora de adoptar o adquirir una mascota, siendo este animal, una de las elecciones más populares en la actualidad junto a los Perros, Gatos y Pericos.
Pero en Australia no piensan igual, ya que diversos reglamentos y leyes vigentes prohíben terminantemente tanto la crianza, como la tenencia en estado doméstico de este mamífero, estableciendo elevadas multas de más de 30.000$ para quien ose violar estas normativas.
¿Por qué, el Conejo es mal visto en Australia?
Como una especie no autóctona de la región, El Conejo fue importado desde Inglaterra a tierras australianas en 1859 por un granjero local llamado Thomas Austin, quien en un viaje de negocios, adquirió 6 parejas de este animal pensando en introducir una nueva y aparentemente inofensiva especie a sus tierras, sin imaginarse en lo más mínimo, que sería el causante directo de una de las catástrofes ecológicas más impactantes de este país.
Tras mostrar un increíble sistema reproductivo, donde una sola hembra podía procrear hasta 10 crías por mes, resultó verdaderamente imposible contener el número de ejemplares que vivían en cautiverio, logrando escapar muchos de ellos hacia la vida salvaje, donde rápidamente se convirtieron en una especie invasora que alteró completamente el habitad de los demás animales autóctonos, sobre todo el de los mamíferos, y se convirtió en una verdadera plaga que amenazó, desplazó y aniquiló a muchas de ellas, arrasando también con toda clase de huertos, cultivos y sembradíos, provocando un importante daño a la economía local y nacional la cual se desplomo significativamente a finales del siglo XIX y se mantuvo por muchos años ante el desastre animal en proceso.
Desde ese entonces, en el país oceánico se inició una feroz batalla para acabar con esta plaga y regular su existencia dentro de la región australiana, despertándose una verdadera persecución donde participaban todos los miembros de la sociedad, logrando eliminar por cualquier medio válido, cacería, envenenamiento, captura con trampas o persecución con perros, cientos de miles de conejos todos los años, métodos que no lograban solventar el problema debido a la increíble velocidad con que estos animales lograban reproducirse en su estado salvaje.
La Ciencia, Medida Salvadora
Con el rotundo fracaso de todas las medidas intentadas por las instituciones estadales y el desespero total de la población, a mediados del siglo XX se puso en práctica un innovador proyecto de investigación científica en ejemplares capturados con vida sobre sus posibles debilidades, descubriéndose un sistema inmunológico muy frágil y vulnerable, por lo que se decidió implementar un método experimental de liberación de mosquitos infestados con el virus de la mixomatosis, una enfermedad con una alta tasa de mortalidad en conejos europeos, logrando en su fase inicial una exitosa operación de eliminación del 80% de la población total de conejos invasores, aunque con el paso del tiempo, se descubrieron algunas poblaciones que inexplicablemente lograron desarrollar algún tipo de inmunidad ante el virus.
Luego de esta aterradora pesadilla, los diferentes sistemas agrícolas y pecuarios de la región se fueron recuperando paulatinamente así como la tranquilidad de toda la población australiana, aunque naturalmente, se han creado con el paso de los años diferentes disposiciones legales para tratar de evitar que esta situación se repita, entre ellas la prohibición total y definitiva de tener en sus hogares o granjas, un conejo como mascota.